Aplicación del Método PROEL a la técnica vocal grupal

El método PROEL no sólo es perfectamente aplicable a un grupo de personas al mismo tiempo sino que también es absolutamente recomendable.
Las ventajas de interacción grupal y de relajación que se consiguen al trabajar en conjunto hacen que la progresión vocal, respiratoria y de flexibilidad corporal desarrollen una desinhibición de emisión de sonido que facilita mucho el empaste coral.

La aplicación progresiva del método, comenzando por la expresión corporal, la humectación y crecimiento de la onda mucosa, el trabajo con impedancias, etc, introduciéndolo de una manera lúdica y alternando juego con ejercicios hacen que el grupo esté inmerso en un tipo de pedagogía altamente eficaz sin apenas darse cuenta que están trabajando diferentes partes del cuerpo implicadas en la producción de sonido (aparato respiratorio, fonador y resonador).

La introducción de canciones conocidas o inventadas para la ocasión donde se puedan introducir enseñanzas del método tales como movimientos rápidos de lengua o alternancia de tempos lentos o rápidos progresivamente para generar energía cinética o los bailes introductorios o concluyentes que consiguen tanto relajar como flexibilizar el cuerpo son elementos tan sencillos como fundamentales a la hora de aplicar el PROEL.

La diferencia entre el trabajo individual y el grupal tan sólo la considero a la hora de introducir elementos concretos (balón, bosu, mascarilla…) que ayuden a dificultades específicas del alumno particular pudiendo sustituirse con elementos corporales e interactivos en el elemento grupal que consiguen prácticamente el mismo efecto.

La aplicación del método PROEL debería comenzar por uno mismo. Si el profesor, cantante o pedagogo que quiere impartir esta metodología en un grupo no lo ha hecho propio, será muy difícil que consiga que el grupo se sume con agrado a vivir sin rigidez corporal.

La voz es nuestro bien más preciado. Es nuestra manera de comunicarnos con el mundo. Trasmite nuestro bienestar o nuestras preocupaciones, alegrías, penas o esperanzas. Es nuestro instrumento y nuestro vehículo de comunicación. Aprendamos a cuidarlo como se merece y a desligarlo de preocupaciones y tristezas. Flexibilizando su entorno y desarmando su caparazón rígido conseguiremos que nos dure muchos
años en perfecto estado. Cantemos, hablemos e incluso gritemos bonito. Mucho, alto
y siempre.

Autora: Elena Herrero Navamuel
Experto Universitario en Método Propioceptivo Elástico (PROEL)
para el tratamiento de los trastornos de la voz

Tutor: Alfonso Borragán
9/2020
Idioma: Español

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