La voz es el instrumento principal de comunicación que usamos los seres humanos para trasmitir pensamientos, emociones, necesidades, etc. Para los profesionales de la voz esta es, además, su herramienta de trabajo por lo que utilizarla y mantenerla en condiciones adecuadas es esencial para el desempeño de su profesión. La mayoría de las personas que utilizan su voz de manera han experimentado en más de alguna ocasión la sensación de cansancio vocal. Según datos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL), el 5% de la población española sufre algún trastorno de la voz que requiere atención médica siendo la fatiga vocal la evidencia de que existe algún desorden funcional.
La fatiga vocal se describe como una reacción a “periodos prolongados de la carga vocal” (Banks, Bottalico & Hunter, 2017), que, según Coll (2013), suele sobrepasar hora y media a dos horas de habla continua. También ha sido definida como la “incapacidad para continuar una tarea en un nivel predeterminado” (Edwards, 1981) cayendo el rendimiento por debajo de ese nivel. Algunos autores describen el deterioro de la función vocal que puede ocurrir con fatiga vocal, como “desgaste vocal” (Sapir, 1993). Scherer (citado en Welham, 2002) señala que: “La fatiga vocal es una adaptación vocal negativa que ocurre como consecuencia de un uso prolongado de la voz”. Para Borragán (2020) “es un mecanismo de defensa para limitar los efectos nocivos e irreversibles de la actividad física del hablar o cantar”.
Dada la alta incidencia de la fatiga vocal en los profesionales de la voz, el presente estudio pretende profundizar en la autopercepción vocal después de la exposición al uso prolongado de la voz en cantantes y establecer una propuesta de tratamiento contra la fatiga vocal según la Metodología PROEL.
Autora: Carmen Isabel Lozano Sánchez
Experto Universitario en Método Propioceptivo Elástico (PROEL)
para el tratamiento de los trastornos de la voz
Tutor: Alfonso Borragán
9/2021
Idioma: Español